Parashá 53 Haazinu
Deuteronomio 32:1-52
Por Dr. K. Blad
Segunda edición 2013-14 (5774)
Prohibida toda reproducción lucrativa.
Aliyás de la Torá:
- 32:1-6
- 32:7-12
- 32:13-18
- 32:19-28
- 32:29-39
- 32:40-43
- 32:44-52
- Maftir: 32:48-52
Haftará: 2 Samuel 22:1-51
Los Escritos Mesiánicos: Revelación 20:11 – 21:27
Haazinu
Significa “prestad oído”.
Comentarios
Primera aliyá, 32:1-6
Este cántico de Moshé está hablando de toda la historia de Israel desde el principio hasta el final. Podríamos resumir su contenido según las seis primeras lecturas:
1-6 El Nombre y la obra de HaShem por el mundo y por Israel.
7-12 El origen de Israel.
13-18 La prosperidad y la apostasía de Israel.
19-26 La pérdida de Israel después de su apostasía.
29-39 La dispersión de Israel entre las naciones.
40-43 La salvación de Israel y su influencia mundial.
1-6 El Nombre y la obra de HaShem por el mundo y por Israel
32:1 “Prestad atención, oh cielos, y dejadme hablar; y escuche la tierra las palabras de mi boca.” (LBLA) – Los cielos y la tierra son dos testigos contra Israel, cf. 30:19; 31:28, porque han documentado toda su historia. Realmente son tres testigos, porque la palabra hebrea para cielos, shamayim, está escrita de forma dual, es decir se trata de un par de cielos. La historia de Israel está escrita tanto en los cielos como en la tierra. Estos dos o tres testigos serán los primero en “tirar piedras” contra Israel si comete infidelidad contra el pacto, cf. Deuteronomio 11:17; 17:7. HaShem tiene que crear nuevos cielos y nueva tierra después del milenio, para que estos dos o tres testigos no sigan hablando en contra de Israel, recordando su historia pecaminosa.
En Isaías 65:17-18 está escrito:
“Pues he aquí, yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria. Pero gozaos y regocijaos para siempre en lo que yo voy a crear; porque he aquí, voy a crear a Yerushalayim para regocijo, y a su pueblo para júbilo.” (LBLA revisada)
En Revelación 21:1 está escrito:
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.” (LBLA)
Los cielos y la tierra son tomados como testigos por causa de su firmeza, cf. Jeremías 31:35-37. El rollo de la Torá puede ser quemado, pero no las estrellas ni las piedras. Son testigos muy firmes.
Moshé mencionó primero los cielos y luego la tierra. Esto nos enseña que él estaba más cerca del cielo que de la tierra.
32:2 “Caiga como la lluvia mi enseñanza, y destile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero sobre la hierba.” (LBLA) – La lluvia representa la Torá Escrita, que viene directamente del cielo en cantidades que se pueden medir. El rocío puede representar la halajá,[1] que viene de la tierra, de los hombres, es flexible y no tiene límites al ir cambiando según las necesidades de cada generación.
Hay 42 versículos en esta canción a partir del versículo 2. Estos 42 versículos corresponden al Nombre grande de HaShem con 42 letras, mencionado en el Talmud.[2] Según R. Munk,[3] cada versículo explica uno de los misterios de ese Nombre.
32:3 “Porque yo proclamo el nombre de HaShem; atribuid grandeza a nuestro Dios.” (LBLA revisada) – A base de este versículo el Talmud[4] ha establecido la norma de no leer o estudiar la Torá sin hacer una bendición previa. Este texto también nos exhorta a bendecir a Dios cuando alguien está proclamando el Nombre de HaShem. Por esta razón, cuando alguien está pronunciando una bendición y menciona el Nombre, los que lo oyen contestan: “Baruj Hu u-varuj Shemó”, “Bendito es Él y bendito es Su Nombre”. Cuando oyeron la pronunciación del Nombre en el segundo templo, contestaron con la bendición: “Baruj Shem kevod Maljutó le-olam va-ed”, “Bendito sea el Nombre glorioso de Su Reino por siempre jamás”.
También existe el deber de bendecir al Eterno después de haber leído la Torá en la sinagoga. La bendición después de la lectura de la Torá viene del mandamiento de bendecir al Eterno después de haber comido, cf. Deuteronomio 8:10. La Torá es la comida del alma y HaShem merece una bendición después de que nos hayamos saciado con su Torá.
32:4 “¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es Él.” (LBLA) – HaShem es comparado con una roca. Esto nos habla de firmeza, fuerza, peso, algo inmovible y algo seguro. Cinco veces aparece esta palabra en esta canción en referencia al Eterno, cf. 4, 15, 18, 30, 31.
El Mesías Yeshúa refleja el carácter del Padre, y por eso también él es llamado roca, cf. Isaías 8:14; 28:16; Mateo 16:18; Romanos 9:33; 1 Corintios 10:4 y 1 Pedro 2:8.
Según la costumbre judía, el versículo 32:4 es recitado en tiempos de luto, junto con Jeremías 32:19 que dice:
“grande en consejo y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus obras.” (LBLA revisada)
32:5 “La corrupción no es suya, la deficiencia es de sus hijos, una generación perversa y torcida.[5]” – La corrupción no es de HaShem, sino de sus hijos. Hay una discusión en el Talmud[6] si pueden llamarse hijos de HaShem los que son corrompidos.
“una generación perversa y torcida” – Nuestro Rabino Yeshúa está citando esta palabra en Mateo 12:39 y 16:4.
32:6 “¿Así pagáis a HaShem, oh pueblo insensato e ignorante? ¿No es Él tu padre que te compró? El te hizo y te estableció.” (LBLA revisada) – HaShem sigue llamándose Padre incluso de los hijos perversos, cf. 32:19.
Si un israelita peca, no deja de ser hijo de HaShem, y siempre hay un camino de vuelta. Pero si sigue en el pecado sin arrepentirse, con el tiempo perderá el derecho de ser hijo, por haber elegido voluntariamente ese camino.
En Lucas 15:24a está escrito:
“porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.” (LBLA revisada)
Segunda aliyá, 32:7-12
7-12 El origen de Israel
32:7 “Acuérdate de los días de antaño; considera los años de todas las generaciones. Pregunta a tu padre, y él te lo hará saber; a tus ancianos, y ellos te lo dirán.” (LBLA) – Este versículo, junto con el texto de Deuteronomio 17:8-13, son la base para la autoridad de los jueces dentro del pueblo judío. Según Rashí, el padre se refiere a los profetas, que son llamados padres, cf. 2 Reyes 2:12; Hechos 3:25. Los ancianos hacen referencia a los sabios, los jajamim.
Najmánides enseña que este versículo habla de dos divisiones del tiempo, los días de antaño y los años de todas las generaciones. Los días de antaño hacen referencia a los seis días de la creación de todas las cosas y los años de todas las generaciones hacen referencia al tiempo transcurrido desde Adam en adelante. Partiendo desde el primero de los seis días de la creación, el universo tiene unos 15 mil millones de años porque el tiempo de creación de cada uno de los seis días se ha dilatado por la expansión del universo desde entonces. Si calculamos los años, según las Escrituras, desde Adam en adelante, estamos acercándonos al año 6000. En el año 6001 empezará el reinado mesiánico.
32:8 “Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó los hijos del hombre, fijó los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.” (LBLA) – Se puede entender este versículo como que las fronteras de las naciones fueron fijadas según la cantidad de israelitas. Las fronteras de Israel han sido reservadas y reveladas a los profetas del pueblo de Israel. Todavía Israel no ha llegado a tener todo el territorio que el Eterno ha prometido. Las promesas quedan por cumplirse. Cuando vuelva Mashíaj, Israel tendrá todo el territorio prometido. Los límites prometidos a Avraham fueron fijados según la cantidad de hijos de Israel que van a poblar esa área durante el reino mesiánico, cf. Génesis 12:7; 15:18-21; Éxodo 23:31; Números 34:2ss; Deuteronomio 11:24; 34:4; 1 Reyes 4:21; 1 Crónicas 9:26; Salmo 80:11; Romanos 4:13.
El Mesías dijo lo que está escrito en Mateo 5:18:
“Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Torá hasta que toda se cumpla.” (LBLA revisada)
Esto quiere decir que si Israel no recibe todo el territorio según las promesas que el Eterno ha dado a Avraham, tanto Él como su Mashíaj serían mentirosos. ¿Puede mentir el Eterno? ¡No! Él no puede hacer tal cosa, cf. Tito 1:2. Esto quiere decir que durante el reino mesiánico Israel tendrá que obtener todo el territorio desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.
32:10 “Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo rodeó, le dio discernimiento, lo guardó como a la pupila de sus ojos.” (LBLA revisada) – Esto es una referencia al momento del encuentro entre Dios e Israel en el desierto, especialmente en Sinai. Allí el pueblo fue rodeado y obtuvo conocimiento al entrar en el pacto con el Eterno.
Israel es la pupila del ojo del Eterno de forma alegórica, porque el Eterno no tiene cuerpo. El texto dice literalmente “la pupila de su ojo”. El ojo es el lugar más sensible del cuerpo humano y lo que más se protege. Si alguien intenta tocar la pupila del ojo de HaShem será severamente castigado.
En el Salmo 17:8 está escrito:
“Guárdame como a la pupila de un ojo; escóndeme a la sombra de tus alas”
En Zacarías 2:8-9 está escrito:
“Porque así dice HaShem de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la pupila de su ojo. He aquí, alzaré mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabréis que HaShem de los ejércitos me ha enviado.” (LBLA revisada)
En Proverbios 7:2 está escrito:
“Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi Torá como la pupila de tus ojos.” (LBLA revisada)
Tercera aliyá, 32:13-18
13-18 La prosperidad y la apostasía de Israel
32:13 “Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió el producto del campo; le hizo gustar miel de la peña, y aceite del pedernal” (LBLA) – Aquí se refiere a la tierra de Israel que es vista como el lugar más alto del planeta. Por eso nunca se habla de bajar a Israel, sino siempre subir. Hacer aliyá, “subida”, es la forma hebrea de hablar de inmigración a la Tierra de Israel.
La miel de la peña puede ser entendida como la dulzura de los frutos que crecen en las rocas. Por causa del sol que calienta la roca los frutos a su lado son más dulces que los otros. Rashí dice que las tortas de higos son comparadas con piedras y la miel de esas tortas es muy dulce.
Según Rashí, el aceite del pedernal es una referencia a los olivos de Gush Jalav, una población en el Galil (Galilea) que, según el Talmud,[7] producía muchísimo aceite de oliva.
32:14 “cuajada de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de raza de Bashán y machos cabríos, con lo mejor del trigo; y de la sangre de uvas bebiste vino.” (LBLA revisada) – Esto habla del tiempo del rey Shelomó en adelante, cf. 1 Reyes 5:2-3; Amós 6:4, 6. Los animales de Bashán eran muy gordos. Bashán es el área norte de Israel al oriente del río Yardén.
Este texto nos enseña que el vino simboliza la sangre. Por eso Mashíaj dice que la tercera copa del seder de pesaj representa la renovación del pacto con Israel en su sangre que es vertida para el perdón de muchos, cf. Mateo 26:28; Marcos 14:24; Lucas 22:20; 1 Corintios 11:25.
El pacto renovado fue hecho con Israel y Yehudá. Así que el que tiene parte de ese nuevo pacto es parte de Israel. El que no es parte de Israel no tiene parte del nuevo pacto, cf. Jeremías 31:31, 33.
32:15 “Pero Yeshurún engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); entonces abandonó a Dios que lo hizo, y menospreció a la Roca de su salvación” – Es la primera vez que aparece la palabra Yeshurún en las Escrituras. Es uno de los nombres de Israel. Según el R. Ibn Ezrá viene de yashar que significa “recto”. Hay tres niveles de espiritualidad en los tres nombres de Israel. Yaakov – Israel – Yeshurún, cf. 33:26, 28. Yeshurún es el más alto. El Talmud[8] dice que el nombre Yeshurún estaba grabado junto con las doce tribus en las piedras preciosas del pectoral del juicio del Sumo Sacerdote.
Este texto habla de la apostasía que hubo en el pueblo al final del reino salomónico y después de la división del reino. La prosperidad causó justamente lo que la Torá había advertido. Se olvidaron de HaShem en sus riquezas y la cosa iba para abajo, tal como lo había dicho HaShem, cf. Deuteronomio 8.
Cuarta aliyá, 32:19-28
19-26 La pérdida de Israel después de su apostasía
32:20 “Entonces Él dijo: “Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos en los cuales no hay fidelidad.” (LBLA) – Aquí empieza el tiempo de pérdida para Israel. Najmánides destaca el hecho de que Moshé hasta ahora ha hablado en su propio nombre, y que a partir de ahora en el Nombre de HaShem.
32:21 “Ellos me han provocado a celo con lo que no es Dios; me han irritado con sus ídolos. Yo, pues, los provocaré a celos con los que no son un pueblo; los irritaré con una nación insensata.” (LBLA) – Como los hijos de Israel tomaron como sus dioses los que no eran Dios, en hebreo lo-El, HaShem toma un pueblo que no es pueblo, (en hebreo lo-am). En el nivel peshat, simple, significa que Israel iba a ser maltratado por un pueblo que no es considerado como pueblo. Según Rashí, se refiere a los cashdim (caldeos) y Esav (romanos). Los caldeos son el mismo pueblo que los babilonios, los habitantes de la antigua Caldea, el país de Babilonia. Ese imperio destruyó el primer templo. Según Najmánides, los cashdim no constituían una nación en su inicio, pero Dios los engrandeció con el fin de utilizarlos para conquistar y dominar el mundo. Gur Aryé dice que los cashdim no tenían importancia intrínseca porque no poseían ni escritura ni lenguaje propios, cf. Meguilá 13b, y, por ello, no formaban parte de las setenta naciones primordiales. Un descendiente de Esav fundó Roma. Los romanos destruyeron el segundo templo. Gur Aryé se basa en el Talmud[9] para decir que Edom tampoco es considerada una nación en sí misma, porque originalmente tampoco tenían ni escritura ni lenguaje propios.
En el nivel drash, se puede interpretar el texto de manera que habla de los gentiles que, por causa de la apostasía de Israel, recibe la posibilidad de recibir el Espíritu y convertirse en el pueblo celestial de Dios, oportunidad que es producida por medio de la obra del Mesías Yeshúa.
Al igual que el pueblo de Israel consideró como sus dioses los que no eran Dios, HaShem considera a los convertidos de entre los gentiles como su propio pueblo. Dentro del Israel espiritual hay un pueblo más numeroso que los judíos, de origen gentil, que ha sido tomado por el Eterno como su pueblo por medio de Yeshúa HaMashíaj. Estos gentiles reciben, por adopción, el derecho legal de ser llamados hijos de Avraham y de Dios y, por lo tanto, también son herederos de las bendiciones que solamente son para Israel. Esto provoca a los judíos a ira.
En Oseas 1:10 está escrito:
“Y el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar; y sucederá que en el lugar donde se les dice: No sois mi pueblo, se les dirá: Sois hijos del Dios viviente.” (LBLA)
En Romanos 10:19 está escrito:
“Y añado: ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moshé dice: YO OS PROVOCARÉ A CELOS CON UN pueblo QUE NO ES PUEBLO; CON UN PUEBLO SIN ENTENDIMIENTO OS PROVOCARÉ A IRA.” (LBLA)
Rabbi Shaúl está desarrollando este texto en los dos capítulos 10 y 11 de la carta a los Romanos. En el final del capítulo 11 dice que por la apostasía de una parte de Israel, los gentiles llegan a obtener ciertos derechos que pertenecen a los hijos de Israel. Este hecho provoca celos en los judíos de modo que también ellos van a querer recibir la salvación dada por medio de Yeshúa HaMashíaj, primeramente al judío y también al griego.
¿Cómo los gentiles, convertidos al Dios de Israel por medio de Yeshúa HaMashíaj, podrán provocar a celos aquellos judíos que no creen que Yeshúa es el Mesías, si siguen practicando las costumbres paganas y si no tienen ningún interés en obtener la herencia que ha sido dada al pueblo judío? ¿Cómo los cristianos nacidos de nuevo podrán provocar a celos a los judíos, si aborrecen la cultura judía, si rechazan la Torá, el shabat, las fiestas judías y la teología hebrea?
Durante mi infancia teníamos un perro en casa llamado Zimba. A veces no tenía ganas de comer y dejaba su comida en su plato. Pero en el momento cuando el gato se acercaba a esa comida, Zimba de repente tuvo hambre y quiso comer…
No son los judíos creyentes en Yeshúa los que tienen el llamado de provocar a los judíos incrédulos a celos, sino los gentiles que abrazan el judaísmo universal del Mesías, como está escrito en Romanos 11:11, 13-14:
“Digo entonces: ¿Acaso tropezaron para caer? ¡De ningún modo! Pero por su transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para causarles celos… Pero a vosotros hablo, gentiles. Entonces, puesto que yo soy shalíaj de los gentiles, honro mi ministerio, si en alguna manera puedo causar celos a mis compatriotas y salvar a algunos de ellos.” (LBLA revisada)
32:26 “Yo hubiera dicho: ‘Los dispersaré, borraré la memoria de ellos de entre los hombres’” (LBLA revisada) – Según Najmánides, las palabras “los dispersaré” se refiere a las diez tribus, y la frase “borraré la memoria de ellos” se refiere a las dos tribus. Sin embargo, por los méritos de los padres los judíos fueron salvos de esta sentencia.
32:27 “si no fuera porque la furia del enemigo se ha acumulado, no sea que falseen sus adversarios, no sea que dijeran: ‘Nuestra mano ha triunfado, y no es HaShem el que ha hecho todo esto.’” (LBLA revisada) – Si no hubiera sido por el honor del Nombre de HaShem y por los méritos de los padres, las doce tribus hubieran sido eliminadas. Pero HaShem tiene un plan de restauración, no sólo para los judíos, sino para todas las doce tribus.
El mismo argumento, de lo que dirán los enemigos contra el Eterno, fue usado por Moshé en su intercesión a favor de Israel, cf. Números 14:13-16; Deuteronomio 9:28; Ezequiel 36:20-23.
32:28 “Porque son una nación privada de consejo, y no hay en ellos discernimiento.” (LBLA revisada) – Los hijos de Israel son llamados ignorantes cuando no toman en serio la Torá para ponerla en práctica. La gran mayoría de los hijos de Israel no ha hecho caso de la Torá a lo largo de la historia, y por eso es un pueblo privado de consejo y falto de discernimiento.
El hecho de que la mayoría de los judíos rechazó al Mesías cuando vino la primera vez, es otra muestra de la gran ignorancia de las profecías mesiánicas que hay en la Torá, que apuntan claramente hacia Yeshúa.
Quinta aliyá, 32:29-39
29-39 La dispersión de Israel entre las naciones
32:35 “Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado.” (LBLA) – La venganza es solamente de Dios. Ningún hombre puede tomar la venganza en sus propias manos. El hombre puede defenderse pero nunca vengarse. Si una persona quiere vengarse privadamente está tomando el lugar de Dios. Él tiene el papel de juzgar a cada uno según sus obras. Él es el Juez Supremo, no nosotros.
Sin embargo, Él puede delegar su autoridad a los hombres, de manera que las autoridades tienen, no solamente el derecho, sino también la obligación de ejecutar la venganza de Dios sobre los pecadores, cuando sus pecados están al descubierto.
En Romanos 12:19-21 está escrito:
“Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira, porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ, dice el Señor. PERO SI TU ENEMIGO TIENE HAMBRE, DALE DE COMER; Y SI TIENE SED, DALE DE BEBER, PORQUE HACIENDO ESTO, CARBONES ENCENDIDOS AMONTONARÁS SOBRE SU CABEZA. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.” (LBLA)
En Hebreos 10:28-31 está escrito:
“Cualquiera que viola la Torá de Moshé muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ. Y otra vez: HASHEM JUZGARÁ A SU PUEBLO. ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!”
32:36 “Cuando HaShem juzgará a su pueblo Él reconsiderará acerca de sus siervos, cuando vea que la mano del enemigo progresa, y que nadie dirija ni ayude.” (LBLA revisada) – A partir de este momento empieza el proceso de restauración del pueblo agobiado por los enemigos y las maldiciones por causa de sus pecados. Cuando el poder de Israel sea destruido, vendrá el Mesías como un guerrero libertador, cf. Daniel 12:7.
32:38a “los que comían la grosura de sus sacrificios, y bebían el vino de su libación” (LBLA) – Este versículo es la base para la prohibición talmúdica[10] de usar el vino de los gentiles para el culto, e incluso la prohibición rabínica de beber vino producido o manejado por los gentiles.
32:39b “Yo hago morir y hago vivir” (LBLA) – Aquí hay otro texto en la Torá de Moshé que habla de la resurrección de los muertos. Otros textos del Tanaj que hablan de la resurrección son Génesis 22:5; Éxodo 3:15 (ver Mateo 22:31-32); Deuteronomio 31:16; 1 Samuel 2:6; 2 Reyes 5:7; Salmo 16:10; 49:15; 73:24; Job 19:25-27; Isaías 25:8; 26:19; 53:12; Daniel 12:2; Ezequiel 37:1-14; Oseas 6:2; 13:14.
Este contexto nos enseña que la resurrección va a suceder en relación con la última guerra contra Israel. El Mesías, que ejecuta la venganza del Eterno, vendrá en las nubes del cielo y en ese momento los muertos en el Mesías serán levantados y junto con los que viven creyendo en él, serán arrebatados al aire, (no al cielo), después de haber sido investidos con cuerpos eternos que serán semejantes al cuerpo de resurrección del Mesías Yeshúa. Entonces serán juzgados según sus obras. Después bajarán, junto con el Mesías, para hacer guerra contra todos los ejércitos multinacionales que se hayan levantado contra Yerushalayim. De esa guerra se habla en los versículos siguientes.
Sexta aliyá, 32:40-43
40-43 La salvación de Israel y su influencia mundial
32:40-43 “Ciertamente, alzo a los cielos mi mano, y digo: “Como que vivo yo para siempre, cuando afile mi espada flameante y mi mano empuñe la justicia, me vengaré de mis adversarios y daré el pago a los que me aborrecen. Embriagaré mis saetas con sangre, y mi espada se hartará de carne, a causa de la sangre de muertos y cautivos, a causa de la primera de las brechas del enemigo.” Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque Él vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios, y hará expiación por su tierra, su pueblo.” (LBLA revisada) – Aquí se habla de la última guerra contra Israel antes de la segunda venida del Mesías Yeshúa. Este texto concuerda con Zacarías 14 y Revelación 19.
En Zacarías 14:1-15 está escrito:
“He aquí, viene el día de HaShem cuando serán repartidos tus despojos en medio de ti. Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Yerushalayim; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Entonces saldrá HaShem y peleará contra aquellas naciones, como cuando Él peleó el día de la batalla. Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Yerushalayim, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Atsel; huiréis tal como huisteis a causa del terremoto en los días de Uziá, rey de Yehudá. Y vendrá HaShem mi Dios, y todos los santos con Él. Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán. Será un día único, conocido sólo de HaShem, ni día ni noche; y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz. En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Yerushalayim, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno. Y HaShem será rey sobre toda la tierra; aquel día HaShem será uno, y uno su nombre. Toda la tierra se volverá como una llanura desde Gueva hasta Rimón, al sur de Yerushalayim; pero ésta se levantará y será habitada en su lugar desde la puerta de Binyamín hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Jananel hasta los lagares del rey. Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Yerushalayim habitará en seguridad.
Esta será la plaga con que HaShem herirá a todos los pueblos que han hecho guerra contra Yerushalayim: se pudrirá su carne estando ellos aún de pie, y se pudrirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca. Y sucederá aquel día que habrá entre ellos un gran pánico de HaShem; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y levantará su mano contra la mano de su prójimo. También Yehudá peleará en Yerushalayim; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia. Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.” (LBLA revisada)
En Revelación 19:11-21 está escrito:
“Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él. Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios. Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, congregaos para la gran cena de Dios, para que comáis carne de reyes, carne de comandantes y carne de poderosos, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de todos los hombres, libres y esclavos, pequeños y grandes.
Entonces vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer guerra contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen; los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de sus carnes.” (LBLA)
Después de esta guerra vendrá el reino mesiánico con mil años de paz sobre toda la tierra.
En Zacarías 14:16-21 está escrito:
“Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Yerushalayim subirán de año en año para adorar al Rey, HaShem de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de las Cabañas. Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Yerushalayim para adorar al Rey, HaShem de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos. Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no habrá lluvia; será la plaga con la cual HaShem herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las Cabañas. Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las Cabañas. En aquel día estará grabado en los cascabeles de los caballos: SANTIDAD A HASHEM. Y serán las ollas en la casa de HaShem como los tazones delante del altar. Y toda olla en Yerushalayim y en Yehudá será consagrada a HaShem de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader en la casa de HaShem de los ejércitos en aquel día.” (LBLA revisada)
En Revelación 20:1-6 está escrito:
“Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Yeshúa y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano; y volvieron a la vida y reinaron con el Mesías por mil años.
Los demás muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años. Esta es la primera resurrección. Dichoso y santo es el que tiene parte en la primera resurrección; la muerte segunda no tiene poder sobre éstos sino que serán sacerdotes de Dios y del Mesías, y reinarán con él por mil años.” (LBLA revisada)
Séptima aliyá, 32:44-52
32:47 “Porque no es cosa vana para vosotros; ciertamente es vuestra vida. Por esta palabra prolongaréis vuestros días en la tierra adonde vosotros vais, cruzando el Yardén a fin de poseerla.” (LBLA revisada) – Ninguna parte de la Torá carece de significado. Todo es importante. Al poner en práctica la Torá hay una vida bendecida en este mundo y vida eterna en el mundo por venir. La Torá de Moshé habla de Yeshúa y da testimonio de su obra redentora. El que hace caso a Moshé creerá en Yeshúa, porque de él escribió, como está dicho en Juan 5:46-47:
“Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras?”
El judío que no cree en Yeshúa es porque no le cree a Moshé.
32:52 “Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero allí no entrarás, a la tierra que doy a los hijos de Israel.” (LBLA revisada) – Moshé imploró tanto a HaShem que le quitara la sentencia y le dejara entrar en la tierra. Pero HaShem dijo que no. ¿Cuál fue el motivo del Eterno para no permitir que Moshé cruzara un pequeño río para pisar la tierra prometida? El motivo no fue solamente enseñar la gravedad de los pecados de los líderes. No fue solamente mostrar la firmeza en sus decisiones. Hay un motivo mucho más importante detrás de esa decisión. ¿Cuál es?
El gran profeta Moshé, el que transmitió la Torá al mundo, el que hizo grandes milagros y habló con el Eterno cara a cara. Este hombre, que había alcanzado el mayor nivel de santidad que un hombre puede tener, no tenía suficientes méritos ni para pasar él mismo, ni para hacer pasar el pueblo a la tierra prometida. Sólo un hombre podía hacer que el pueblo pasara, su nombre fue Yehoshúa. La forma abreviada de ese nombre es Yeshúa. Esto nos enseña que la obra de Moshé no fue completa. La Torá de Moshé no es suficiente para que el hombre pueda pasar de la muerte a la vida. Ni Moshé mismo pudo pasar a la tierra, por causa de sus pecados. Sólo uno puede llevarnos al olam habá, el siglo venidero. Su nombre es Yeshúa. Por medio de Moshé, HaShem designó a Yehoshúa como el que iba a ser el líder para hacer pasar el pueblo de un mundo a otro. Por lo tanto, el que hace caso a Moshé sigue a Yeshúa y tendrá la entrada asegurada en el mundo venidero, como está escrito en Juan 11:25:
“Yeshúa le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá”
[1] Leyes prácticas de aplicación de la Torá Escrita en las diferentes situaciones del pueblo de Israel a lo largo de la historia, también llamada torá oral.
[2] Kidushín 71a.
[3] La Voz de la Torá.
[4] Berajot 21a.
[5] Así entiende Rashí y el Targum de Onkelós el texto hebreo.
[6] Kidushín 36a.
[7] Menajot 85b.
[8] Yoma 73b.
[9] Avodá Zará 10a.
[10] Avodá Zará 29b.