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54Parashot_A-15

Parashat Bo

Shemot (Éxodo) 10:1-13:16
Haftará: Yirmeyahu 46:13-28
Por Prof. José Alberto Fuentes

La parashá que nos ocupa, tiene un énfasis especial en la redención del pueblo de Israel del exilio egipcio, que se detonó en la institución y celebración de pesaj (pascua).

Para los que seguimos al Mesías Yeshúa, sabemos que esta celebración es muy importante ya que fue en ella que el Mesías padeció por los pecados de Israel y aun por los del mundo entero, con miras de traer una redención eterna.

Seguramente muchos de ustedes han estudiado sobre el tema del Mesías y la festividad de pesaj, por lo que en esta ocasión daremos un vistazo a otro aspecto poco estudiado y que considero importante ya que servirá para fortalecer nuestra fe en el Mashíaj sufriente.

El texto bíblico por excelencia que habla del Mesías sufriente, se encuentra en el libro del profeta Isaías capítulo 53. Por lo tanto, si en verdad el texto es mesiánico, y el Mesías Yeshúa padeció en pesaj, creo que debe existir alguna alusión de la festividad en el texto del siervo sufriente.

Justamente, a lo largo de la historia, el texto del profeta Isaías ha sido una pieza clave para entender por qué el Mesías ha de padecer por los pecados de su pueblo. Para muchos esta interpretación es clara, y cuando digo para muchos me refiero primeramente al pueblo judío; las fuentes existentes en la misma tradición judía tanto en escritos antiguos como modernos lo corroboran. Por otro lado, el mundo cristiano que en su raíz surge del judaísmo, adoptó la misma interpretación del texto. En otras palabras, la interpretación nace en el seno judío y no en el cristianismo como algunos erradamente creen. Esto es muy importante saberlo y aclararlo.

Sin embargo, con el paso de los años entre el pueblo judío se ha transmitido que Isaías 53 no tiene relación alguna con el Mesías. De alguna manera lo entiendo porque históricamente el judaísmo ha guardado ciertas enseñanzas y tradiciones en el “baúl del olvido” por el mal uso que se les ha dado, sobre todo  en el mundo religioso ajeno a la fe hebrea, o simplemente por hacer distinción entre el pueblo santo y las demás naciones. No obstante, siendo un pilar de fe el tema del Mesías me parece que no puede ser oculta esta información más allá de los motivos que tenga cierto sector del pueblo judío.

Para los que hemos creído que Yeshúa es el Mesías, este texto es fundamental. Por lo tanto, no podemos caer en el error de decir que Isaías 53 nada tiene que ver con el Mesías y mucho menos con Yeshúa. No porque algunos rabinos lo digan yo voy a privarme de esta verdad, no porque busque aceptación del pueblo judío voy a negarlo.

Aunque no es la intención de mi escrito, antes de entrar de lleno al tema quiero mostrar algunas fuentes judías que ven en el siervo sufriente de Isaías 53 al Mesías.

Sanedrín 98b

El Mashíaj, ¿Cuál es su nombre? se llama Shiló, afirmaron en la escuela de rabí Shilá, porque dice lo escrito hasta que venga Shiló (Génesis 49:10). Se llama Yinón explicaron en la escuela del rabí Yanái, porque dice lo escrito: Su nombre será para siempre, ante el sol será propagado (Yinón) su nombre (Salmos 72:17). Se llama Janiná, expresaron en la escuela del rabí Janiná, porque dice lo escrito: porque no os mostraré clemencia (Janiná) (Jeremías 16:13). Otros dicen se llamará Menajem ben Jizkiyá, porque dice lo escrito: se alejó de mí el consolador (menajem) que daría reposo a mi alma (Lamentaciones 1:16). Dijeron los rabinos: Se llama el leproso de la casa de estudio, porque dice lo escrito: ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Elohim y abatido… (Isaías 53:4). (Énfasis añadido)

Zohar, Shemot pág. 98. (Amsterdam Ed.)

Las almas que han partido llegaran y le contaran al Mesías (acerca de su vida), y cuando le describan los sufrimientos que padece Israel durante la dispersión, que son culpables porque no desean conocer a su soberano, él levantará la voz y llorará por los que son culpables de esto, como está escrito: El herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. Luego esas almas se levantarán y se pondrán en sus puestos. Hay un castillo en el huerto que se llama la casa de los enfermos. En aquel día el Mesías entrará a ese castillo y gritará, ¡que toda la enfermedad y dolores de Israel vengan sobre mí! y así vendrán. Si él no aliviara los dolores de Israel llevándolos sobre sí mismo, nadie podría sufrir por la opresión de Israel, del cual está escrito en la Torá: Y escrito está: en verdad él cargó con nuestras enfermedades. (Énfasis añadido)

Rav Moshé Alshej sobre Isaías 53

Nuestros sabios de la antigüedad nos han preservado el testimonio de la tradición de que esto se refiere al Mesías. Por esta razón nosotros también, siguiéndolos a ellos, debemos considerar que el sujeto de esta profecía es David, el Mesías, quien aparecerá de esta manera.

Por supuesto que hay más fuentes como los targumim, midrashim como: Vayicrá Rabá, Rut Rabá, Tanjumá y Yalkut Shimoní; rabinos importantes como Eliyahu da Vidas, Don Isaac Abarbanel, el rebe Najman de Breslov, el rebe de Jabad Menajem Mendel Schneerson, etc.

Obviamente en los escritos de los discípulos de Yeshúa tenemos bastantes referencias (Mateo 8:17; Lucas 22:37; Hechos 8:27-33; 1 Pedro 2:22-25). Recuerda que el llamado “Nuevo Testamento” contiene documentos judíos de gran valor por ser del periodo del segundo templo.

Bien, enfoquémonos en lo que quiero mostrarles sobre la relación que tiene la festividad de pesaj con el texto de Isaías 53.

Como sabemos, los sufrimientos y muerte de nuestro maestro Yeshúa se dieron en torno a la festividad de pesaj, por lo que debe existir una alusión en el texto del siervo sufriente de Isaías 53 que lo indique. Si podemos demostrarlo tendríamos una evidencia más a favor de Yeshúa como Mashíaj.

En especial hay dos textos en los que percibo esta relación.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Isaías 53:7)

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. (Isaías 53:9)

El texto compara al siervo con un cordero, también menciona que nunca hizo maldad. Sabemos que el cordero es un elemento base de la festividad de pesaj, de hecho, el sacrificio como tal se llama pesaj. También la Torá dice que el cordero tenía que ser sin defecto. De esta manera el siervo sufriente puede ser comparado con pesaj, el cordero sin defecto (es decir, sin maldad).

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. (Éxodo 12:3)

            El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. (Éxodo 12:5)

Pero eso no es todo, lo más interesante que muchos no perciben viene a continuación.

Dice el texto de Isaías en repetidas ocasiones: 

“No abrió su boca. Enmudeció, y no abrió su boca. Nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”

Más allá de la interpretación común de la palabra pesaj, los sabios dicen que si partimos la palabra tenemos lo siguiente:

Pe= Boca

Saj= Habla

De modo que pesaj puede entenderse como: “la boca que habla”. Esto indica fuertemente la conexión que hay entre Isaías 53 y pesaj.

Profundicemos y encontremos más evidencias.

¿Cuál es el origen del exilio y la esclavitud en Egipto?

La Torá nos enseña que Yosef era el preferido de Yaacob, también nos habla del odio y celos que le tenían sus hermanos. Los rabinos enseñan que este odio a Yosef se dio porque él hablaba mal de sus hermanos delante de su padre, como está escrito:

Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. (Génesis 37:2. Énfasis añadido)

Por lo tanto, Yosef fue el primero en bajar a Egipto por usar su boca de mala manera. Por eso los sabios enseñan que lo que se debe reparar en cada pesaj es precisamente el habla.

Los rabinos hacen énfasis también en la tefilá (oración) como mérito para que el pueblo de Israel saliera de la esclavitud egipcia, es decir que tenían que abrir sus bocas para que HaShem los escuchase, como está escrito:

Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. (Éxodo 2:23-25. Énfasis añadido)

Ahora podemos entender el énfasis y la mitsvá de relatar los acontecimientos que llevaron al pueblo a Egipto, a la esclavitud, los juicios de Dios y la salida de Egipto, lo que se conoce como Hagadá shel pesaj. Al abrir la boca para relatar todos estos sucesos, el pueblo judío hace tikún (reparación) del pecado de lashón hará.

Una cosa más, que ya habíamos mencionado en parashat Shemot, la palabra faraón, en hebreo paró, también puede leerse como pe-rá es decir “boca mala”, la boca que habla mal, que habla con engaño.

Ahora se entiende a profundidad la frase que los judíos dicen en vísperas de pesaj:

Pesaj kasher ve-sameaj

Pésaj: la boca que habla

Kasher: cosas puras, cosas aptas

Sameaj: alegría, felicidad

Y lo contrario:

Pesaj matsá u-maror

Pesaj: la boca que habla

Matsá: para afligir (pan de aflicción)

Maror: trae amargura

También estos conceptos se relacionan con Masá uMeribá, donde el pueblo habló negativamente, como está escrito:

Y puso a aquel lugar el nombre de Masá (prueba) y Meribá (contienda), por la contienda de los Israelitas, y porque tentaron al SEÑOR, diciendo: “¿Está el SEÑOR entre nosotros o no?” (Éxodo 17:7)

Como vemos, pesaj se relaciona fuertemente con lo que sale de la boca, así como Isaías menciona que el siervo no abrió su boca que es el mejor antídoto para anular el hablar mal, y si la abrió no lo hizo con engaño, como dice el texto. Todo esto viene a enseñarnos por qué Yeshúa no abrió su boca y no habló con engaño, aceptando los sufrimientos con amor para hacer el tikun olam (reparación del mundo).

De hecho, se enseña en la jasidut de Breslov que la palabra Mashíaj está etimológicamente relacionada con la palabra masiaj, que significa “hablar” o “hacer hablar”. Y alude al rey David, considerado Mashíaj en las Escrituras y la tradición judía. A lo largo de su vida, el dulce cantor de Israel puso sus fuerzas en la palabra, justamente cantando y orando a Dios, no importando lo que sucediera, su primer recurso era la plegaria. Como está escrito: “Un salmo de David: Cantaré del amor y de la justicia; a Ti, Oh Dios, cantaré. (Salmos 101:1) ¿Qué quería decir David? Enseña el Talmud (Berajot 60b): “David dijo: Así Tú me muestres amor (bondad) o justicia (sufrimiento), yo te cantaré”.

Vimos en la cita de Sanedrín 98b que los rabinos llaman al Mesías el “estudioso leproso” y lo relacionan con el texto de Isaías 53. Sabido es que la lepra daba a las personas que hablaban mal, lo que en hebreo se conoce como lashón hará, las evidencias en los escritos de los sabios sobran en cuanto a esto. En realidad, la traducción “lepra” no es correcta pues la enfermedad que describe la Torá es de carácter espiritual, pues no sólo se manifestaba en la persona sino también en las paredes de una casa y en la ropa. La palabra que usa la Torá es “tsaraat” y la persona con “lepra” se le llamaba “metsorá” que, según los sabios, puede leerse como “motsi-ra” es decir, “sacar mal”. ¿Sacar mal de dónde? – de la boca.

De esta manera el Mesías está llevando en sí mismo el pecado de la maledicencia. Si analizamos en el Tanaj todos los problemas que han surgido por la lengua, entenderemos la importancia de que el Mesías se relacione con el pecado de lashón hará aun siendo inocente.

Mencionemos el evento más importante en la Torá en donde la maledicencia atrajo graves consecuencias.

La serpiente en el jardín del Edén, que difamó al Creador cuando le dijo a Javá:

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que HaShem Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (Génesis 3:1-5)

Dicen los sabios que estas palabras le causaron la muerte a toda la humanidad. Por eso el Creador marcó a la serpiente con dos señales físicas por su discurso difamatorio. Cubrió su cuerpo con manchas blancas que se asemejan a tsaraat (“lepra”), y le partió su lengua, y exclamó “¡Rashá (malvada), al ver tu lengua partida los seres humanos van a recordar que tú has sido la primera en hablar lashón hará!”

Con esto aprendemos que en pesaj el Mashíaj destruye la influencia del najash (serpiente) símbolo del satán, es por eso que la palabra Mashíaj increíblemente tiene el mismo valor numérico de najash, 358.

¿Y cómo logra esto Mashíaj? Ya el texto de Isaías lo dijo:

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas HaShem cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, HaShem quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de HaShem será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.  (Isaías 53:4-12)     

Y sí, los sabios enseñan que en pesaj se destruye al satán, pues si miramos los tres elementos principales del seder de pesaj en un nivel de entendimiento más profundo encontraremos esto.

Miremos los valores numéricos de los tres elementos que se usan en el seder de pésaj:

Pésaj פסח= 148

Matzá מצה = 135

Marorמרור  = 446

Las tres palabras suman 729 que es el valor numérico de la frase קרעשטנ “Kra Satán” que significa: quebrar o romper al satán.

Por otra parte, cada una de las letras que componen la palabra pésaj habla de lo que Dios quiere hacer con su pueblo en esta temporada.

פ – pé, significa boca

ס – samej es un acrónimo de Selaj (perdonar), Melaj (absolver), Kaper (expiar).

ח – jet,  tiene que ver con la palabra pecado, pero también es la inicial de jai, vida.

El mensaje es que Dios a través de la boca quiere perdonar, quiere absolverte, y expiar tu pecado, y con ello darte vida.

Ahora entendemos la relación de pesaj e Isaías 53. ¡Bendito sea el Eterno por su Mesías!

Sin duda alguna, el Mesías tiene que ver con la festividad de pesaj y esto lo sabemos por la misma Torá.

Moshé, el primer redentor, es una sombra profética de Mashíaj pues el nombre Moshé tiene el valor numérico de 345, el mismo valor de la palabra Shiló de Génesis 49:10 que es un nombre del Mesías según los sabios, como vimos en Sanedrín 98b.

Cuando HaShem menciona que el mes del aviv será para los hijos de Israel la cabeza de los meses (Éxodo 12:2) hay un secreto que anuncia al Mashíaj. Dice el texto de la Torá:

החדשׁ הזה לכם

“Hajodesh hazé lajem”

“Este mes (será) para ustedes”

Las últimas letras de estas tres palabras forman el nombre del primer redentor, Moshé םשׁה. Además, estas tres palabras equivalen a 424, el mismo valor de la frase:

משיח בן דוד

Mashíaj Ben David

Mostrando con esto que, así como Moshé redimió al pueblo de Israel, vendrá el Mashíaj descendiente de David a redimir al pueblo de Israel en la misma fecha, concretamente en pesaj.

Y esto es bien sabido en el judaísmo, por ejemplo, los jasidim de Jabad preparan un banquete en honor de Mashíaj el último día de pesaj, ya que para ellos el Mashíaj se revelará en pesaj. Como dijo el Tsemaj Tsedek:

“El último día de pesaj es la conclusión de lo que comenzó en la primera noche de pesaj. La primera noche de pesaj conmemora nuestra redención de Egipto por Hashem. Fue la primera, llevada a cabo a través de Moshé Rabenu, el primer redentor, ese fue el principio. El último día de Pesaj, es la fiesta que conmemora la redención final, cuando Hashem nos redimirá del último exilio a través de Mashíaj, que será el redentor final. El primer día de Pesaj es el festival de Moshé Rabenu, el último día de Pesaj es la festividad de Mashíaj ” (Fuente Jabad)

También cuando la Torá menciona el número 14 en relación a pesaj (Éxodo 12:6) nos está hablando del Mesías, pues el número 14 es el valor del nombre David, lo interesante es que el texto habla de inmolar al cordero.

Así pues, el siervo sufriente de Isaías 53, el Mesías, ha de padecer por los pecados de su pueblo en pesaj. Y el único que se relaciona con esto es nuestro justo maestro Yeshúa.

Por este motivo nuestro santo maestro Yeshúa siguiendo la tradición de los rabinos usó el pan (matsá) y la copa de vino antes de su muerte como simbolismos de redención como está escrito:

Y mientras comían, tomó Yeshúa el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.(Mateo 26:26-28. Énfasis añadido)

Pan en hebreo es lejem y tiene el valor numérico de 78, la palabra vino es yain y su valor es 70, si las sumamos nos da el valor de pesaj 148.

Amados hermanos, no perdamos nunca el significado de Isaías 53 en relación al Mesías, pues a través de ello las puertas de la redención son abiertas.

Finalicemos meditando en estas palabras:

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Mashíaj padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas. (1 Pedro 2:21-25)

Quiera el Eterno que podamos ser dignos de tan monumental obra siendo activos en el plan de redención. Mashíaj ya nos abrió la puerta, sólo falta que entremos para que los efectos de la muerte y resurrección de Yeshúa sean en nosotros una realidad, amen ve-amén.

Shabat shalom

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