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54Parashot_A-31

Parashat Emor

Por Prof. José Alberto Fuentes
Vayikrá (Levítico) 21:1-24:23
Haftará: Ezequiel 44:15-31

Parashat Emor tiene un énfasis especial en un tema muy importante de la Torá –  de hecho un capítulo entero está dedicado a ello – estamos hablando de las convocaciones de santidad, también llamadas fiestas del Eterno. Por lo tanto, hablaremos algunos aspectos importantes que tienen que ver con las festividades sagradas.

Primeramente, hay que saber que, el servicio divino – Avodat Hashem – se divide en dos partes: el estudio y la observancia de la Torá. Así lo explica magistralmente el Ramjal z”l en su obra Derej Hashem.

Enfocándonos en la parte de la observancia, el Ramjal enseña que esta se divide en cuatro partes: constante, diaria, periódica y circunstancial.

Breves ejemplos de estos cuatro tipos de observancia son los siguientes:

  • Constante: Aquellos que el hombre está obligado en todo momento, como el amor y el temor al Eterno, creer en la existencia de Dios, etc.
  • Diaria: Los sacrificios en la época del templo, ahora las plegarias; shemá y amidá, etc.
  • Periódica: Incluye aquello que aplica en tiempos específicos como el shabat y las festividades.
  • Circunstancial: Como el rescate del primogénito, purificación por contaminación con un muerto, etc.

Esto es importante saberlo, para darnos cuenta de la importancia de las festividades (observancia periódica) y sobre todo para saber cómo debe uno servir a Dios de manera especial en determinados momentos o temporadas. 

Todos los mandamientos se dieron para beneficiar al individuo que los observa, por lo tanto, cada vez que el hombre se prepara para saber qué hacer o qué no hacer en esas temporadas, y posteriormente lo lleva a cabo, recibe grandes bendiciones.

Ya que hablamos de periodos, usemos las siguientes analogías: cuando es invierno la temperatura baja, de manera que, si alguien no está preparado de la manera adecuada, no estará cómodo en ese ambiente.  O si alguien siembra en un periodo que simplemente no es para sembrar, también verá que su trabajo de nada sirvió. Caso contrario, cuando alguien se prepara para la temporada de manera adecuada y obra según lo que aplica a la temporada, le irá bien, si sembró en un momento adecuado, más adelante, en otro periodo de cosecha, se verá beneficiado. Así es con las festividades, cada una está en un momento o periodo específico, y cada una tienes sus diferentes instrucciones sean positivas (harás) o negativas (no harás) todo con el fin de beneficiar, espiritualmente hablando, unas son para sembrar, otras para cosechar, entre otras cosas. 

En orden de importancia tenemos las siguientes festividades, que se pueden encontrar en el capítulo veintitrés del libro de Levítico, además de conceptos que debemos conocer.

  • Shabat: Celebración una vez por semana, el séptimo día, que alude a la perfección y a la completitud. Con esto el hombre se beneficia de manera increíble. En el shabat el hombre permite que lo material sea santificado, de manera que se une el cielo con la tierra, ese es el grado máximo. Dice la Torá que el Eterno reposó en el séptimo día, ¿Acaso el Eterno se cansa? Este reposo alude al reposo del Espíritu del Eterno en el hombre que recuerda y observa el shabat.
  • Yom kipur: Esta es una convocación muy importante, día de expiación y perdón de pecados. En esta convocación se manda afligir el alma del individuo, lo cual habla de que el hombre tiene que despojarse de su parte humana por completo, al menos una vez al año, es decir dejar lugar al espíritu y doblegar los deseos de la carne, ya que los deseos de la carne conducen al pecado. Esta festividad en importancia precede al shabat ya que en ella hay cinco prohibiciones más de lo normal y es el único día en el que el servicio consiste en cinco partes. No obstante, no supera al shabat, ya que yom kipur anula la parte material, y ese no es el fin principal, sino el fin máximo es unificar los cielos con la tierra, es decir en vez de anular el mundo físico, santifiquémoslo como el shabat.
  • Yom tov: Las reglas de yom tov no son tan estrictas como kipur y shabat, esto nos enseñan que espiritualmente son un poco más bajas que el nivel de las dos anteriores, sin embargo, son importantísimas y necesarias. Entre ellas las siguientes:
  • Pesaj; primer y último día. Festividad que alude a la redención.
  • Shavuot; época de la entrega de la Torá y recepción de la Torá en el interior por medio del Espíritu de santidad.
  • Yom teruá; día de alarma, que alude a un llamado al despertar espiritual.
  • Sucot; Primer y último día. Recuerdo del peregrinaje en el desierto, en donde moraron en chozas temporales, enseñándonos que nada de este mundo es eterno, sino que sólo estamos de pasada. Es una terapia espiritual para acentuar la confianza en Dios. El octavo día es un día que habla de lo sobrenatural pues el número ocho no se considera dentro del número de días la creación, éste nos habla del mundo venidero.

Se enseña que en los yamim tovim (días buenos, festivos) se revela la luz buena que Dios manifestó en los días de la creación (Génesis 1:3-4). Esa luz es el Mashíaj, por eso los momentos más importantes del servicio del Mesías se manifestaron y manifestarán en torno a los yamim tovim.

Hay otro concepto importante a saber, el concepto de jol hamoed, los días intermedios de las festividades de pesaj y sukot. Estos días tienen su santidad, pero más abajo que los yamim tovim, ya que en ellos se permiten muchas más cosas. Sin embargo, estos están por arriba de los días normales.

Esto nos lleva a reflexionar en lo siguiente:

Tenemos entonces varios niveles de santidad y elevación.

  1. Shabat
  2. Yom kipur
  3. Yom tov
  4. Jol hamoed
  5. Días comunes o profanos

Esto es el sistema de medición de las personas, para saber el nivel en que te encuentras espiritualmente hablando.

  • Días comunes o profanos: El nivel más bajo, vives tu vida normal, como todo el mundo, sin ninguna conexión con lo espiritual.
  • Jol hamoed: Te has elevado un poco, vives normal, pero con un toque de santidad.
  • Yom tov: Estas en niveles altos de santidad, vives permeado de luz.
  • Yom kipur: Te has convertido en un ángel.
  • Shabat: Has llegado a la perfección porque la presencia del Eterno reposa en ti, y has llegado a la perfección porque no sólo tú eres santo, sino que todo lo que rodea, es decir el mundo material, lo has hecho santo, “bajaste” a Dios a morar en la tierra.

¿Y tú…  en qué nivel estás?

Haciendo un pequeño giro, finalizo preguntando:

 ¿Y qué de los justos de las naciones? ¿Qué de aquellos que han sido redimidos por la muerte y resurrección de Mesías, aquellos que han recibido la ciudadanía celestial juntamente con el Israel de los cielos? ¿Pueden celebrar las fiestas que le fueron dadas exclusivamente Israel?

Los redimidos de las naciones que han recibido parte con Israel en los mundos superiores por la obra del Mesías no están obligados a guardar al pie de la letra los mandamientos dados al pueblo de Israel en la dimensión física. Sin embargo, el texto que estamos estudiando nos enseña algo maravilloso, nos invita a ser partícipes también de las bendiciones otorgadas al Israel de la dimensión física.

Dice el texto intermedio que separa a las festividades primeras de las postreras:

Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Hashem vuestro Dios. (Levítico 23:22. Énfasis añadido)

Amado hermano, Dios te da la oportunidad de espigar en los campos de Israel, ¿qué esperas para ir por tu porción? Por eso Rabí Shaúl decía a los corintios: “Celebremos la fiesta” (1 Corintios 5:8). Por lo tanto, estás invitado a unirte a las celebraciones del pueblo de Israel.

Por otro lado, proféticamente estamos viviendo en ese momento, ¡aprovéchalo! Es el tiempo de los gentiles. Después de la oportunidad que se te da de acercarte a espigar en los campos de Israel, viene la fiesta de yom teruá, la alarma suena y los muertos resucitan (1 Corintios 15:52). Rabí Shaúl hablo sobre ese día:

Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.  Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? (Romanos 11:11-15. Énfasis añadido)

Corre a espigar, porque cuando lo hagas, entonces Hashem abrirá los ojos de su pueblo Israel, y el Mesías se revelará y ellos creerán en él, entonces la redención completa tomará lugar.

Shabat shalom

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