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54Parashot_A-44

Parashat Devarim

Por Prof. José Alberto Fuentes
Devarim (Deuteronomio) 1:1-3:22
Haftará: Yeshayahu (Isaías) 1:1-27

Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab. (Deuteronomio 1:1)

¿Cuáles son las palabras que hablo Moshé a todo Israel? ¿Y quién es todo Israel?

Como deja claro el libro, las palabras que habló Moshé eran una repetición, tanto de los eventos importantes que acontecieron al pueblo de Israel en el desierto, como de las leyes que fueron dadas por Dios. Por lo tanto, las palabras que él transmite son la repetición de la Torá. Por eso los rabinos llaman al libro “Mishné Torá” – “repetición de la Torá”, o también como se conoce en occidente: Deuteronomio – segunda ley.

De esta manera, Moshé no se presenta con una nueva predicación, sino con lo ya establecido por Dios. No habla sus propias palabras o conceptos, sino toda su base es la Torá. Esto es importante destacar, porque es el fundamento de toda enseñanza posterior que se pueda presentar por cualquier maestro.

 Rav Shimón kefa dijo:

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. (1 Pedro 4:11)

Muchas veces queremos hablar de mil cosas, o de temas “nuevos”, o conceptos místicos, etc., cuando la Escritura es clara, y nos muestra el patrón a seguir. Moshé es el más grande de todos los maestros y profetas, así que hay que seguir su ejemplo. Por eso, las palabras de Rav Shimón, “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios”, se refieren a la Torá.

Está escrito sobre el Eterno cuando dio la Torá en Sinay: Y habló Dios todas estas palabras, diciendo… (Éxodo 20:1) Sabido es que las diez palabras representan a toda la Torá. Por lo tanto, las palabras de Moshé son la repetición de lo que salió de la “boca” de Dios.  Los sabios enseñan: “la presencia Divina hablaba de su garganta”- las propias palabras de Moshé también son las propias palabras de Dios.

Por lo tanto, bíblicamente hablando, todo maestro que surja después de Moshé, debe seguir esta línea, la línea de repetición de enseñanza, la enseñanza de la Torá. Esto está claro en la época de Ezrá hasofer (el escriba), cuando después de años de estar el pueblo alejado de las sagradas Escrituras, él no da una charla de acuerdo a su época y con sus propios conceptos, sino él sigue esa línea de la cual estamos hablando. Ezrá se basa en la Torá. Además, lo hace porque el mismo pueblo está consciente de ello. De hecho, ellos mismos lo solicitan, y vaya que habían pasado muchísimos años, bien se pudo haber roto esa cadena de enseñanza, jas veshalom.  

Veamos lo que está escrito:

Y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Hashem había dado a Israel. Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Hashem, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Hashem inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar.Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Hashem nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Hashem es vuestra fuerza. (Nehemías 8:1-10)

Ahora entendemos por qué dice que Moshé habló a todo Israel. Esa frase “todo Israel”, implica justamente a todo Israel, desde esa generación hasta nuestros días. Por eso, el pueblo de Israel de la época de Ezrá pedía escuchar las palabras de la Torá, ya que todo el pueblo está ligado con las palabras de Dios.  La misma frase insinúa a todo el pueblo, en todos los niveles, en hebreo la frase “todo Israel”, es kol Israel, esto es un acrónimo de, Kohen, Levi, Israel – Sacerdote, Levita, Israel.

Queda claro que, desde el más grande, hasta el más pequeño de todos los hijos de Israel son llamados a seguir las palabras de Dios y a repetirlas como bien lo hizo Moshé.

Dice el Pirkei Avot:

Moshé recibió la Torá en el Sinaí y la transmitió Yehoshua; Yehoshuá a los ancianos; los ancianos a los profetas; y los profetas la legaron a los hombres de la Gran Asamblea. (Mishna 1:1)

Vemos claramente la cadena de transmisión ininterrumpida de generación a generación. De hecho, se enseña que así empezó la redacción de la Mishná Rabí Yehuda hanasí, para que sepamos que todo el fundamento de las enseñanzas de los sabios tiene su base en la Torá, es decir, sus enseñanzas también emanan del Sinay.

Entonces, ¿Qué se espera del Mashíaj, el más grande de Israel? ¿Qué venga y cambie las reglas? ¿Qué corte con toda esa cadena de transmisión? ¿Que clave la Torá en una cruz, como muchos erróneamente creen? Jas veshalom, el cielo no lo permita.

Veamos un texto que deja claro cuál era la base de Yeshúa, en quien creemos con fe verdadera por las Escrituras que es el Mashíaj. De hecho, veremos cómo textualmente cita las palabras de Moshé Rabenu.

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. (Lucas 24:44-45)

¿Cómo empieza el libro de Deuteronomio? “Estas son las palabras que hablo Moisés”. ¿Cuándo hablo estas palabras Moisés? Antes de partir y ascender a niveles espirituales muy altos. ¿Cuándo hablo estas palabras Yeshua? Antes de partir y ascender a niveles espirituales muy altos, la misma respuesta. ¿Y qué enseñaron ambos? La Torá, como es evidente.

Así de sencillo es esto, Yeshúa continúa con ese legado como hijo de Israel. Y si tú eres discípulo de Yeshúa debes seguir el mismo camino. Y para muestra un botón, Shaúl de Tarso, uno de los discípulos más aventajados, a quien de cariño llamo el Rabino Pablo.

Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Yeshúa, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. (Hechos 28:23)

Cabe mencionar que si leemos los dichos de Yeshúa encontraremos que muchas de las respuestas más importantes de su ministerio, son en base al libro que nos ocupa, Devarim. Con esto aprendemos que fue influenciado fuertemente por las palabras de Moshé que, en realidad, eran las palabras de Hashem, como ya lo dijimos. Ejemplo de ello, durante la tentación en el desierto, las tres veces que Yeshúa contesta al satán lo hace en base a textos de Devarim, no usa sus propias palabras o inteligencia para responder, habla las palabras de la Torá. Otro ejemplo es cuando le preguntan sobre el mandamiento más grande y él cita el shema Israel de Devarim capítulo seis.

Finalicemos este pequeño estudio, viendo cómo el término palabra se relaciona íntimamente con otros conceptos vinculados 100% con la Torá.

Números 15:29:31 – (Torá – palabra – mandamiento)

El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley (Torá) tendréis para el que hiciere algo por yerro. Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Hashem; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Hashem, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.

Vemos claramente como los tres conceptos, ley (Torá), palabra y mandamiento están íntimamente relacionados.

Isaías 1:10 – (Palabra – Torá)

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Hashem; escuchad la ley (Torá) de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

Isaías 5:24 – (Torá – palabra)

Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley (Torá) de Hashem de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 

Isaías 2:2-3 – (Palabra – Torá) 

Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Hashem como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Hashem, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley (Torá), y de Jerusalén la palabra de Hashem

Como es evidente, la “palabra” es un término intercambiable con la palabra “Torá”. Y así podríamos pasar por varios términos que desembocan en el concepto Torá y que también se relaciona con la Palabra. Esto es obvio ya que, como dijimos, son sinónimos conceptos como luz, libertad, verdad, sabiduría, vida, etc.

Espero que esto sea de bendición para el cuerpo del Mesías y que Hashem abra nuestro corazón a sus Palabras.

Shabat shalom

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