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54Parashot_A-47

Parashat Reé

Por Prof. José Alberto Fuentes
Devarim (Deuteronomio) 11:26- 16:17
Haftará: Yeshayahu (Isaías) 54:1-55:5

Porque eres pueblo santo a Hashem tu Dios, y Hashem te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra. Nada abominable comerás. (Deuteronomio 14: 2-3)

En esta parashá Moshé rabenu repite unas de las leyes más destacadas de la Torá, las leyes de kashrut (comida apta para judíos), que fueron plasmadas en el Sefer Vayikrá capítulo 11, la dieta que se dio exclusivamente al pueblo de Israel. Y digo exclusivamente porque el texto es más que claro cuando dice: “pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra”.

Justo es del tema que quiero hablar, sobre la exclusividad de estas leyes.

Cuando los creyentes de origen no judío comienzan a interesarse por las raíces hebreas de las Escrituras, y posteriormente a adentrarse en la Torá y el judaísmo, adoptan estas leyes como obligantes para ellos, e incluso algunos predican sobre la alimentación bíblica dada a Israel como parte de los requisitos para ser salvo, entre otras cosas.

La pregunta es: ¿Deben los no judíos que han sido alcanzados por el mensaje de redención en el mesías Yeshúa guardar estas leyes como necesarias y obligantes?

Como ya lo dijimos, estas leyes fueron entregadas al pueblo de Israel exclusivamente, por lo tanto, los creyentes no judíos están exentos de cumplirlas. 

Pero los cuestionamientos comienzan, porque no se ha entendido cuál es la posición de los creyentes de origen no judío, si tan sólo supieran realmente: ¿Quiénes son y que deben hacer? Todo sería sencillo de entender. Pero con la confusión de sentirse parte de Israel físicamente hablando, todo se complica.

Debe quedar muy claro que el Israel físico fue el que recibió estos mandamientos – que hasta el día de hoy los cumplen, baruj Hashem. No así las demás naciones, que aunque muchos de entre ellas hayan sido justificados en el Mesías, eso no significa que el Mesías vino a modificar la ley. Así como decimos que Yeshúa no vino abolir la Torá ni los profetas (Mateo 5:17) para defender la vigencia de la Torá, también debemos ser justos en reconocer que esta parte no ha cambiado, y que hay leyes exclusivas para el pueblo de Israel que no aplican a todo mundo.

Es como la circuncisión, se le dio exclusivamente al pueblo judío. Por eso rabí Shaúl, prohibía la circuncisión en los no judíos, porque no les aplica, así de simple.

Sé que este breve escrito puede incomodar a muchos, pero si hablamos y estudiamos Torá, no podemos mentir, diciendo que los creyentes de origen no judío deben guardar las leyes de kashrut o toda la Torá, o que hay una sola ley para todos y cosas semejantes a estos pensamientos errados.   

Para las naciones se dijo lo siguiente:

Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. (Génesis 9:3)

Así que hermanos dejemos de juzgar a quienes no siguen la dieta bíblica dada exclusivamente a Israel. Porque cuando lo hacemos, en realidad los que están cometiendo un error grave somos nosotros y no la persona que está comiendo cerdo. Dejemos de predicar esto como una doctrina de salvación.

Así como hay leyes exclusivas para levitas, para reyes, o para mujeres, que no le competen a todo el pueblo de Israel, así también sucede con los no judíos, hay leyes que no les competen.

Con la obra que ha hecho el Mesías claro que te puedes identificar con el pueblo de Israel, pero no el de esta edad presente sino con el Israel eterno, el Israel de arriba, el de los mundos superiores, en dónde estas leyes no aplican, por el simple hecho que no son necesarias, pienso que en base a esto podemos entender los midrashim que dicen que en el mundo venidero el cerdo será kosher, en el sentido que desde ese mundo superior no existe la impureza como sí existe en esta edad presente. 

Hoy tenemos animales que la Torá define como impuros y prohíbe su ingestión. Pero en los tiempos de la redención, se purificarán estos seres vivos y será permitido comerlos. Mientras que todo el grupo de estos animales deberá esperar para su purificación que se cumpla el versículo: “el espíritu de impureza eliminaré de la tierra.”, el “jazir“, cerdo, será purificado de inmediato. Y así enseñaron nuestros sabios ¿”Por qué es llamado “jazir” (viene de jozer, volver)?, pues en el futuro Di-s lo devolverá a Israel. (Igrot Kodesh Tomo 3 Página 153) – Jabab –

Es importante resaltar que en el Mashíaj la impureza ha sido eliminada, pero el Mashíaj está en los mundos superiores. Por lo tanto, el Israel físico debe seguir cumpliendo la Torá, no se puede modificar en lo más mínimo porque aun el Mashíaj permanece oculto. En cambio, el no judío puede disfrutar de la bendición de ser parte del Israel celestial sin tener la obligación de cumplir las leyes dadas al Israel físico. Mientras no haya cielos nuevos y tierra nueva, la Torá no se modifica, por eso no podemos pretender que todo el mundo sea Israel e imponer leyes que no son necesarias. La Escritura es muy clara cuando hace distinción entre Israel y las naciones.

Ahora bien, si alguien quiere observar estas leyes por iniciativa propia y no pensando que está cumpliendo un mandamiento, y no mirando por debajo del hombro a su prójimo que no observa, bien hace y será recompensado. En lo personal, yo no como cerdo, mariscos ni animales que prohíbe la Torá, pero lo hago por una decisión y motivación muy personal, no porque me aplique legalmente o porque quiera evitar la muerte eterna, no en lo más mínimo. Y si veo a mi prójimo comer cerdo, no me incomoda ni lo juzgo como pecador, por el simple hecho que esa ley no le es vinculante. 

Amados, no forcemos los textos sagrados, la Escritura es muy clara.

El hecho de ser no judío no me hace menos, déjate de ver como pequeño o inferior, eres grande en el Mesías, y no porque intentes ser como judío, sino porque has sido comprado por un precio muy alto. Dios te dio la identidad que hoy tienes porque tiene cosas grandes para ti, no hay que forzar la cosas, vive tranquilo sabiendo que tienes una misión que cumplir en el rol que te ha sido asignado divinamente.

Por mi parte, no necesito ser judío, estoy feliz siendo parte de las naciones, y agradezco a Dios por la identidad que me dio.

Espero que esta breve pero directa enseñanza sea bien recibida y de bendición.

Shabat shalom

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